¡Huele a gas (robado)!
Francisco Rodríguez lunes 24, Abr 2017Índice político
Francisco Rodríguez
Tal parece que los repugnantes casos de corrupción de Javier Duarte, Tomás Yarrington, César Duarte, Edgar Veytia y demás cómplices, desatados por el Fiscal de Cargos en Brooklyn, El ChapoGuzmán, no se acaban en las miasmas que han tirado. Todavía van por más. Está asomando la trompa el escándalo de corrupción del sexenio.
Entre los periodistas de Estados Unidos que durante muchos años han investigado temas mexicanos y la relación entre ambos países, corre como reguero de pólvora, la absoluta seguridad sobre los negocios que han realizado el prófugo ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, el “audaz” y todos los achichincles que les acompañan.
Cuentan con suficientes pruebas relativas a la complicidad de todos esos personajes en actividades de extracción, distribución y venta de gas en territorio de Estados Unidos, succionado el municipio tamaulipeco de Matamoros, en los terrenos del rancho “El Mezquite”, y trasladado por tuberías subterráneas hacia el lado gabacho. Un ducto subterráneo de decenas de millas que transporta el carburante y es entregado del lado estadunidense.
El famoso rancho es propiedad de estos singulares socios, y se localiza en una esquina de la Cuenca de Burgos, el filón mexicano del gas natural, hasta hoy un tema tabú. Al darse cuenta de lo anterior, el Departamento de Estado puso el grito en el cielo, e instruyó a la embajadora Roberta Jacobson lo advirtiera con aquella amenaza en el Senado de que los mexicanos estaban hasta el gorro de la corrupción. Obvio, el olor a gas era insoportable.
El Departamento de Estado ha puesto especial atención en investigar el origen y evolución de esta especie, toda vez que se trata de un escándalo que, de ser documentado oficialmente, lastimaría a profundidad la delicada relación que tiene a los países en cierta coordinación policíaca asimétrica. Pero acabaría para siempre con la credibilidad hacia el gobierno y su ya reducido margen de maniobra para moverse con libertad en los escabrosos temas de la sucesión presidencial, a la vuelta de la esquina.
El problema es que esta corruptela viola los tratados internacionales que obedecían a las grandes inversiones que los petroleros estadunidenses inyectaron a los proyectos de Los Ramones, para que el gas de la Cuenca de Burgos respondiera a esos compromisos, y no a los bolsillos de una pandilla.
Y es que, con la proverbial “sensibilidad” se ha decidido que “El Mezquite”, un fundo de 60 mil hectáreas, permanezca custodiado las 24 horas del día, por elementos del Ejército. Algo inusual, que llama la atención de cualquier curioso, tirio o troyano.
Se afirma en todos los corrillos periodísticos del otro lado que, de confirmarse lo anterior, todos los escándalos, los desvíos presupuestales, hasta los trastupijes del tren bala, pasando por Key Biscayne, y los atracos de Veytya, Duarte, Yarrington, Hernández, serían reducidos a juegos de niños por éste, que de inmediato ocuparía el primer lugar en el medallero de lo protervo, dadas las cantidades de ilícitos punibles que representa.
Robo de gas, el colmo de la inmundicia
Hasta parece que ya es insuficiente el listado de delitos del defenestrado Código Penal vigente, para tipificar las conductas gubernamentales en todos los terrenos posibles, o siquiera imaginables hace poco tiempo.
Si creíamos que se había estirado la liga hasta los extremos por la depredación galopante, la revelación de este desaguisado echaría por tierra todos los cantados éxitos de la “guerra contra el narcotráfico”, los delicados entendimientos binacionales sobre la explotación reservada de la Cuenca de Burgos, hasta hoy en el secreto, la “persecución” de ex gobernadores que delinquieron en sus mandos, la participación del Ejército en las medidas, en suma, el respeto a la ley y a los acuerdos internacionales.
En una palabra, sería el colmo de la inmundicia, comentan a sotto voce. Sobre todo si, como sucederá, no van aguardar este escándalo en maleta de turco, darán a conocerse próximamente datos que hasta hoy no han sido revelados acerca del desarrollo de estos acontecimientos al más puro estilo de cualquier película negra de que se tenga conocimiento.
Sucede que el mencionado rancho, ubicado a escasos diez kilómetros del río Bravo, era propiedad, en vida, del doctor Emilio Martínez Manatou, ex secretario de la Presidencia con Díaz Ordaz, ex precandidato a la Presidencia de México y ex titular de la Secretaría de Salubridad y Asistencia y ex gobernador de Tamaulipas, en el sexenio de don José López Portillo, cargos que obtuvo como premios de consolación, después de haber sido arrasado en “la grande”, por Luis Echeverría.
La hija de Don Emilio, Leticia, contrajo nupcias con el heredero de las farmacias “El Fénix”, una cadena nacional de droguerías, Jorge González Torres, premiado por Carlos Salinas de Gortari con la franquicia del Partido Verde Ecologista de México, manejado después por su hijo, El Noño Verde, Emilio González Martínez, heredero a su vez, del rancho “El Mezquite”.
El Niño Verde, engendro de la pareja, administrador de la franquicia política, ampliamente conocido por sus actividades en todos los negocios que se relacionen con la liquidación del medio ambiente, heredó el rancho del abuelo, y de inmediato lo vendió a Luis Carlos Castillo Cervantes, conocido por su remoquete El Rey de los Dragones, residente desde hace años en MC Allen, Texas, hoy formalmente en proceso judicial en el gabacho, por toda la cadena de actividades ilícitas que emprendió.
Luis Carlos Castillo Cervantes es el dueño de la sofisticada maquinaria que recicla asfalto y reencarpeta tramos carreteros, conocida como “Dragón”, de la empresa Remolques, S.A., mencionada en Zacatecas, y casi todo el territorio nacional por estar envuelta en sonados fraudes y estropicio, cerebro intelectual de una banda de robo de vehículos, deshonesto administrador de la Aduana de Tijuana, entre otras cosas.
Padrino de varios candidatos, entre ellos Humberto Moreira, el exonerado por la justicia española, a quién donó un millón de dólares durante su campaña a gobernador de Coahuila, Castillo Cervantes es propietario de dos Lear Jet, clase 31A y 25, con matrículas N134CG y XA-KKK, valuados en varios millones de dólares, en los que transportaba a sus clientes para los necesarios “recorridos de campo”, usted sabe.
Se sostiene que Baltasar Hinojosa, primo del prestanombres de la Constructora Higa, tantas veces mencionada, está metido hasta el cogote en este enjuague del gas de Burgos, en complicidad con su padrino político. Todos son como el Rey Midas, pero al revés: todo lo que tocan no lo convierten en oro, sino en mi….
Egidio Torre Cantú, gobernador de Tamaulipas, el hermano del candidato priísta asesinado, sólo está metido —but off course— tangencialmente en el negocio gasero… pues no es parte de ese grupo.
Ahora se comprende el porqué de la protección desmedida de que goza Eugenio Hernández, no obstante sus nexos con la delincuencia organizada que se han comprobado ante tribunales gabachos y por los cuales es requerido por la justicia estadunidense. Nadie “la ha librado” con tanta habilidad y desparpajo temerario, como éste.
Este caso, que seguramente será un top trending internacional, revelará las verdaderas razones que encubren la inmunidad de otros cuatro gobernadores derrotados en sus provincias, señalados de obvia corrupción, pero que a lo mejor tengan otros tipos de sociedades con el poder, desconocidas. Pero algo tendrá el agua que hasta la bendicen.
Nadie puede aún imaginarse por qué José Calzada, a pesar de haber perdido de la manera más ingenua la gubernatura de Querétaro, frente al desconocido panista Pancho Domínguez, todavía fue premiado con la titularidad de la Sagarpa. ¿Usted cree que haya también un gato escondido?… Por algo, los textoservidores lo han elevado al “altar” de los presidenciables.
Lo mismo, con el actual embajador en Cuba, Martínez y Martínez, miembro de la cofradía.
La tradicional consigna criminalística que todos los investigadores respetaban al seguir las pistas de un crimen o un atraco, cherchez la femme, hoy podrá fácilmente cambiarse por otra consigna de moda: cherchez l’argente. Buscar las pistas del dinero, es más sencillo, pues. A los pillos de hoy ya no les importan tanto las damas, su obsesión está en otros manjare$.
Aparte de que todos ellos están blindados por haber cooperado con la cuota inalterable de la cooperación con cientos y hasta miles de millones de pesos, exigibles en cuño corriente a los gobernadores en ejercicio, los amparan otros entrambuliques y sociedades que seguramente irán dándose a conocer conforme se acerquen los tiempos de sus relevos.
Ahora queda claro por qué Luis Carlos Castillo compró el Texas National Bank para lavar el dinero de los gobiernos estatales de Yarrington, Martínez y Martínez, González Parás, Egidio Torre, Moreira y casi todos, para blanquearlo y convertir en deuda pública los cerca de quinientos mil millones de pesos que se han llevado. ¿Verdad que si las cosas iban mal, pueden ir peor?
Índice Flamígero: Un par de semanas antes de que fuera aprehendido por agentes texanos, “El Rey de los Dragones” tuvo importante reunión -seguramente no fue para discutir temas ideológicos, sino pecuniarios- con Baltasar Hinojosa. + + + Escribe don Rubén Mújica Vélez, bajo el título “El paleolítico ¿presidente? de los EU: Trump es ejemplo vivo de alguien que asaltó la presidencia de su país. Supo despertar los peores sentimientos de millones de estadounidenses. Confrontado con la crisis de su país, con la competencia china, alemana y japonesa. Cree que puede, como los pistoleros del viejo Oeste, resolverlo con bombas y con ‘chivos expiatorios’. Históricamente, siempre han procedido así los yanquis: abocados a una crisis buscan a qué grupo social culpar y proceden a deportaciones masivas. Pero, en el caso de Trump, desconcierta su ejemplo de regreso al pasado; ahora, cuando el capitalismo planetario exige ‘borrar fronteras y banderas’, como dijera Marx, ahora cuando se ha ratificado por enésima vez que el capitalismo ya no cabe en las fronteras de las naciones, ahora cuando la acumulación de riquezas alcanzó niveles que ahogan su propia expansión, ahora cuando se han polarizado las sociedades e impera el capitalismo salvaje, ahora postula como remedio volver a los aranceles aduanales, a las alcabalas, a las fronteras que desde el 1 de enero de 1834, con el Zollverein, se empezaron a eliminar para dar paso a su majestad el capital planetario. Esto ratifica que tanto Trump como todo su equipo son nomás que unos mercachifles encaramados en el gobierno de un sistema decadente que no entienden y que no saben. A esto hay que sumarle el lacayismo. Este, ante la debacle, ante el ineludible desastre a que nos lleva, sólo sabe vociferar palabras a los mexicanos, repudiables, no sólo por esa actitud de incomprensión de la rebeldía social que despunta en el horizonte, sino por la carencia del más elemental decoro que debe conservar un auténtico presidente. Malos tiempos, nubarrones cargados de presagios nefastos, contra los que hay que luchar para disolverlos y acabar con esta pesadilla”.
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